Haciendo un poco de historia nos podemos remontar a la época
colonial donde eran escasos los impuestos que se cobraban –anterior a esta
época ya existía el cobro de impuestos en otras civilizaciones del viejo
continente- debido a que se buscaba fomentar el poblamiento de los territorios
que se incorporaban al dominio de la corona española, es así como el “diezmo”
es uno de los primeros impuestos cobrados en nuestro continente.
Dicho lo anterior podemos responder a la pregunta, ¿Qué es un
impuesto?, analizando la misma palabra, podemos llegar a la conclusión más
sencilla de que un impuesto es una tarifa “impuesta”, cobrada debido a la
llamada “potestad
tributaria del Estado” lo cual lo
faculta a poder establecer este tipo de tributos , ¿para qué? Principalmente
para poder solventar sus gastos.
Desde
pequeño – antes de entrar a la universidad- me ha interesado muchísimo la
economía, tanto así que con frecuencia
empiezo a realizar juegos matemáticos con jocosas suposiciones, a veces pienso,
¿Qué pasa si le cobro solamente $1.000 pesos a cada persona de Chile? Y digo,
si somos 16 millones de habitantes aprox. Tengo una recaudación total de ¡16.000
millones de pesos! En lo personal encuentro que es una cifra enorme, con lo
cual me hace razonar y decir ¿Cuánto dinero recaudara entonces el estado? Mi
pregunta nace solamente por el hecho de que no son $1.000 pesos los que cobra
el estado de impuesto a una persona, es mucho mas, claramente, por lo que hace
pensar que el estado es en si el ente primordial en la administración de fondos
del país. Esta conclusión parece un poco obvia y a la vez muy ajustada, pero
desde el punto de vista de que el estado posee nombrada “potestad tributaria”
puede fijar un impuesto de acorde a las necesidades país y permitir así mejores
condiciones y calidad de vida o seguridad ciudadana, en fin. Algunos escépticos
podrán decir que no es así, que el estado es un mero instrumento de
fiscalización y/o recaudador de impuestos que solo cumple un puente entre en
este caso el contribuyente y el fisco.
El
estado como ente superior en la administración pública, es el llamado a mantener
la seguridad pública, crear un ambiente libre, generar nuevas oportunidades, fomentar la inversión, dar igual oportunidad de exceso a diferentes
cosas, en fin, el estado es el ente que está al servicio de la persona. Pero
¿qué tiene que ver esto con los impuestos? Mucho, como se dice anteriormente es
el estado quien tiene la potestad de fijar impuestos, pero este no es un
procedimiento fácil son muchas las variables que ha que considerar a la hora de
la fijación de impuestos, por ejemplo el segmento al cual se pretende aplicar
el tributo, para que se utilizará el monto a recaudar, y de qué manera afecta
esto a la economía nacional, son preguntas claves a la hora de definir un
impuesto.
De
partida un impuesto en si trae múltiples efectos, un cambio de equilibrio en la
economía , todo esto basado en el hecho
de que alguien debe pagar este impuesto, el productor o el vendedor de un bien,
la remuneración, son varios los actores no exentos del cobro de impuesto. ¿Qué
podemos saber a priori sobre la incidencia económica? La incidencia es mayor
sobre la parte del mercado (demanda u oferta) que sea más inelástica (reacciona
reduciendo la cantidad en menor medida ante la variación del precio)
“Todos
los impuestos afectan a la conducta económica. Transfieren recursos del
individuo al estado; como consecuencia, los
individuos deben alterar su conducta de alguna manera. Si no ajustan la
cantidad de trabajo que realizan deben reducir su consumo- Pero pueden trabajar
más y disfrutar de menos ocio; si
trabajan más; necesitan reducir menos su consumo”1
“Una
subida de los impuestos empeora necesariamente el bienestar de los individuos,
independientemente de cómo se adapte a ella”1.a, sin embargo hay un beneficio
no explicito en todo esto, el bienestar que produce el aumento del gasto
publico a diferentes variables, por ejemplo, educación, salud, iluminación,
etc. Por consiguiente se puede decir que un impuesto produce ineficiencia en el
mercado, a la vez cambia el equilibrio del mismo, genera un cambio en la
conducta económica. Todo esto derivado a que los beneficios llevados a valor
absoluto son pagados por un individuo o grupo final (consumidor).
Supongamos que un productor debe pagar en
concepto de impuesto una cantidad de
dinero, por unidad de producto vendida. Esto significa que para poder vender
una unidad determinada, el productor no se conformará con el mismo precio que
anteriormente obtenía, de forma que su función de oferta se desplazará hacia
arriba indicando que el precio que obtiene por cada unidad es el que le permite
cubrir el impuesto. El desplazamiento de la curva de oferta tendrá exactamente
la cuantía del impuesto. Según que la demanda sea más o menos rígida, el
consumidor pagará una mayor o menor parte del impuesto. En cualquier caso, el
efecto del impuesto ha sido disminuir la cantidad total producida.
Un
ejemplo de lo mencionado es el impuesto especifico al libro, actualmente en
Chile la compra de libros tiene un impuesto (iva) de un 19%, añadiéndole además
el alto porcentaje de piratería a hecho que hoy en día leer un libro de calidad
sea un privilegio de pocos, pero, ¿Qué otra consecuencia tiene el alto valor de
los libros en Chile? , principalmente de índole cultural (lo cual ha hecho que
en la sociedad chilena exista un grave problema cultural, lo cual ayudaría a
una mejor educación tanto individual como también en sociedad, pero ese tema se
puede profundizar en otro ensayo) económicamente el impuesto al libro genera 3
consecuencias rápidamente , la primera es el alto valor del libro, por lo cual
la disposición a pagar es menor, la segunda es al haber menor disposición a
pagar , automáticamente genera una menor producción de los oferentes, y lo
tercero son las pérdidas millonarias a los autores y editoriales por la piratería.
Contrario
al impuesto a los libros , tenemos el impuesto especifico a las bencinas-o
combustibles en general- (tema muy criticado, estudiado y polemizado) en este
caso comenzamos con la premisa de que la bencina es un bien inelástico , lo
cual nos conlleva a que cuando hay un incremento de precios la demanda sea
modificada en un porcentaje muy muy bajo , el impuesto especifico a la bencina
es progresivo, entonces eliminar o reducir dicho impuesto volvería a beneficiar
a un sector minoritario de el país, “Un sencillo antecedente permite entender lo anterior. Cerca
de un 90% del consumo de bencina se asocia con el uso de automóviles. Pero
según la encuesta Casen en Chile el 75% de los hogares no tiene auto y apenas
un 3% tiene más de un vehículo particular. Obviamente los hogares que tienen
automóvil se concentran fuertemente en el 20% de más altos ingresos.”2, en
consecuencia un aumento del impuesto no influiría mayormente en el consumo del
bien ya que el beneficio que trae el consumidor es mucho mayor al valor que
tiene que pagar por él, sin dejar de mencionar que pueden existir consumidores
que tengan otras preferencias.
Dicho
lo anterior se puede afirmar que cuando el estado establece y/o fija un
impuesto, el mercado automáticamente sufre una fluctuación –del equilibrio- la
cual puede ser positiva o negativa es aquí donde se hace el llamado al momento
de realizar alguna política publica y/o reforma tributaria; utilizar, conocer,
e interpretar de manera correcta las variables que pueden influir en una buena fijación
de impuestos, traerá más adelante como resultado un mayor o menor crecimiento
económico, además de influir en los servicios públicos, garantías del estado, y al desarrollo del país. Teniendo una
repercusión tanto pública como privada.