miércoles, 25 de septiembre de 2013

Chile NO necesita una Asamblea Constituyente

La consigna es clara, "Chile necesita una asamblea constituyente". Tú me preguntaras, ¿Por qué?, Básicamente argumentan nuestros amigos colectivistas  que la constitución vigente falta a la representatividad, que es ilegitima, nos dicen además  que es  autoritaria y hasta represiva. Otros pocos mencionan además al sistema binominal.
Más allá del recorrido histórico que podemos realizar, es preciso comenzar definiendo que es una asamblea constituyente y cuando – o sea- en que circunstancias es preciso llamar a dicha instancia.
Una Asamblea Constituyente es una reunión nacional de delegados del pueblo—no representantes— elegidos o designados con el objetivo específico de determinar las reglas de funcionamiento del Poder Público como fundamento de su sistema político y plasmar a través de un pacto político en una Constitución fijando reglas para la construcción de un nuevo Estado y de convivencia entre éste y la sociedad.”
La evidencia histórica empírica en cuanto al uso de una Asamblea Constituyente nos dice que ha sido utilizada en momentos de quiebre institucional, revoluciones, guerra civil o externa u otro similar que equivalga a los ya mencionados. Ejemplos como el de la revolución francesa, el proceso constituyente alemán posterior a la II guerra mundial, como también el congreso Panruso de los Soviets, son ejemplos de ocasiones en que se ha utilizado dicha instancia. Aquí, es donde uno reflexiona y se pregunta, ¿en  Chile hay alguna  de las situaciones ya mencionadas?, la respuesta es categórica, no. En un país en el cual se obtienen los menores índices de corrupción de Latinoamérica parece raro que exista algún quiebre institucional u otro parecido. Llega el recuerdo de la célebre frase del ex Presidente Ricardo Lagos cuando dice "En Chile las instituciones funcionan".
Es aquí con el ex Presidente Ricardo Lagos donde la demanda que realizan los adherentes de la causa constituyente por el motivo de “ilegitima” queda nula. Fue este – el ex presidente Lagos- quien el año 2005 reformo de manera consistente la constitución que el ex presidente Augusto Pinochet haya firmado.  Es mas, fue esta aprobada y reconocida transversalmente como la norma constitucional valida. Actualmente la “constitución de 1980” lleva la firma del ex presidente Ricardo Lagos “del 2005”, finalmente  cabe mencionar que 97 de sus artículos han sido modificados de la constitución original.
“El sistema binominal, por eso hay que cambiar la constitución”, quienes ocupan dicho argumento para fundamentar una posible Asamblea constituyente, pecan de una fatal ignorancia principalmente porque en donde descansa el sistema binominal no es precisamente  en la constitución, sino en la ley orgánica numero 18.700, por ello el argumento de que debido al sistema binominal hay que cambiar llamar a una  AC, queda nulo.  Pero esa ley es casi imposible de modificar, dirá algún apasionado defensor de la AC, lo que no sabe, es que dicha ley a sufrido variadas modificaciones durante los últimos años, sin ir más lejos hace un par de meses atrás fue su última modificación.
Es aquí donde después de ver en los baches intelectuales y conceptuales que caen los partidarios de la Asamblea Constituyente, iniciativas tales como marcar el voto con las letras “AC”, la cual ya ha sido evidenciada de ningún sustento jurídico, menos de alguna influencia o presión, nace  la pregunta ¿Es viable una  Asamblea Constituyente en Chile?, la respuesta nos la da el mismo secretario general de la OEA Jose Miguel Insulza quien dice “ en Chile no existe una crisis por lo que descarto realizar una asamblea constituyente”, y es así, en Chile no existe ninguna condición real para poder sustentar una Asamblea Constituyente, al contrario hay que resaltar  y sentirte orgulloso de un proceso exitoso de reformas y arreglos constitucionales en los cuales han participado transversal y democráticamente actores de todos los sectores, los cuales han llevado consenso y representación para Chile en su conjunto.
Finalmente, dejar en evidencia la falacia que significa decir que Chile necesita una Asamblea Constituyente, la consigna es clara pero detrás carece de sustento y no representa la realidad chilena, con niveles históricamente bajos de pobreza, desempleo, los niveles más bajos de corrupción, un desarrollo económico prospero, así como una estabilidad institucional que es reconocida en todos los sectores políticos de mayor representación en el país, como en el plano internacional, hace de Chile un país de oportunidades, pero mucho más, hace de  un país que no necesita de un nuevo estado, no necesita partir de cero, ni menos una totalmente nueva constitución. El proceso de perfeccionamiento y adaptación a la contingencia es y será exitoso.